Proyecto De Vida
Todas
las personas debemos enfrentarnos, en algún momento de la vida, a situaciones
que suponen un reto adaptativo. Tales instantes pueden parecer fragmentados,
separados por el interludio de la cotidianidad.
No
obstante, una mirada más detallada nos muestra los lazos invisibles que los
mantienen unidos a un panorama amplio y congruente, que supone la experiencia
misma de ser en el mundo. Esta relación tácita da sentido al proyecto personal
que cada uno de nosotros traza para su propia existencia, como un hilo
conductor que moviliza los esfuerzos y que dota a cada acto de un valor
trascendente.
Un
proyecto de vida puede definirse como un plan fundamental para la existencia.
En su elaboración deben considerarse una serie de variables, tales como
necesidades u objetivos, que pueden coincidir o no con las expectativas que el
entorno depositó sobre nosotros. Un proyecto de vida es una labor en
construcción permanente que sigue cierta continuidad, pero adaptada a la situación
de cada momento.
Los
proyectos de vida movilizan la acción y la posicionan en una dirección
particular basada en metas significativas, integrando los valores con las
legítimas aspiraciones personales. Se erige como un proceso que no se adhiere a
una secuencia estática, pero que se extiende a lo largo de los años y alberga
una intención o propósito claros. Es un camino plagado de satisfacción, pero
que también permite la posibilidad de trastabillar.
Por qué
es importante un proyecto de vida
Un
proyecto de vida es esencial, en primer lugar, porque está dirigido a una de
las más elementales necesidades del ser humano: la autorrealización. Este
proceso prioriza lo importante ante lo accesorio, identificando las decisiones
que dotan de sentido al modo en que se vive. Esta distinción se lleva a cabo en
el contexto de un plan de acción claro, que diluye la ambigüedad a la que nos
expone la convulsión general del entorno.
Los
proyectos de vida también contribuyen a la construcción de la identidad, puesto
que una persona es en gran parte aquello a lo que dedica su tiempo (sus actos).
A través de este análisis podemos determinar qué acciones son congruentes con
un sentido más profundo de quiénes somos, en lugar de implicarnos erráticamente
en una miríada de actividades que no guardan conexión alguna con nuestros
valores o necesidades.
Asimismo,
los proyectos de vida potencian la llamada motivación intrínseca, que mantiene
nuestro esfuerzo al margen de los incentivos externos (económicos, sociales o
de otro tipo). Dado que permite determinar qué propósitos son significativos
para nosotros a largo plazo, es mucho menos probable que cedamos al hastío
cuando surjan obstáculos que impidan o dificulten su consecución inmediata.
Objetivos
de un proyecto de vida
Define
objetivos y metas claras para tomar decisiones acertadas.
Devela
y deja asentado aquello que la persona quiere para su vida.
Busca
el desarrollo del autoconocimiento y autogestión.
Acerca
herramientas para lograr las metas personales.
Permite
descubrir gustos personales, valores y habilidades.
Alinea
las decisiones del individuo con su verdadero ser.
Permite
visualizar un futuro. ¿Cómo quiero ser? ¿Dónde quiero estar? ¿Con quién?
Focaliza
la energía del individuo en lo que quiere alcanzar.
Pasos
para lograr un proyecto de vida
Autoconocimiento
¿Qué cosas me gustan? ¿Qué cosas me disgustan? ¿Cuáles son mis
habilidades? Estas son algunas de las preguntas que toda persona se puede hacer
a la hora de definir quién es y hacia dónde quiere ir.
El autoconocimiento es uno de los pasos más importantes para
definir un proyecto de vida personal; ya que en la medida en la que esté
alineado a lo que el individuo es, más liviano se hará el camino y mayor será
la recompensa.
Es indispensable que el individuo esté convencido de los
objetivos y metas a alcanzar y así encuentre en su interior la energía para lograrlos. Este puede parecer un
camino difícil y largo, pero será gratificante y ayudará a concretar los
siguientes pasos.
Revisar proyectos
Es importante que la persona revise los objetivos que alguna vez
se propuso para ver si responden a sus intereses e inquietudes de hoy. ¿Este es
mi proyecto de hoy o de cuando era niño? ¿Es mi proyecto o es el de mis padres?
Con el correr de los años, se puede notar que las personas con
las que se recorrió un largo camino (en la escuela, en la universidad)
comienzan a transitar sus propios proyectos y descubrir su plan de vida. Los
padres tienen un plan de vida, los hermanos tienen otro plan de vida, los
amigos del secundario, otros.
Las diferencias no deben afligir, sino motivar para salir al
encuentro del propio. Tener un proyecto de vida que cada uno arme a medida
permite alcanzar una vida más serena y feliz alineada a lo que cada uno es,
independientemente de que se puedan o no cumplir todos los objetivos propuestos.
Plantear objetivos y metas
propias
En este paso, es necesario que la persona analice su vida al día
de hoy (viendo qué quiere cambiar, qué quiere dejar como está) y sus verdaderas
necesidades. Así, fija objetivos y piensa en metas que llevarán a ellos. Es
importante visualizar cómo se va a lograr todo lo que se quiere y no dejar de
creer en el poder de la imaginación: está probado que visualizar situaciones e ideas ayuda a ser
más positivo y perseverante.
La acción
La acción implica que el individuo ponga todo de sí para lograr
los objetivos. Esto supone, también, desarrollar una tolerancia a la
frustración cuando los planes no salen como se esperaba. Ir variando los
pequeños objetivos o metas que conforman el proyecto de vida es parte de esta
tarea. Existe una serie de valores que son fundamentales a la hora de encarar
la ejecución de objetivos:
Optimismo.
Si se logra cumplir con esta característica, la vida
será más fácil. El optimismo permite ver siempre el lado bueno de todas las
cosas que ocurren. Ser una persona optimista es una cuestión de ejercitación
diaria.
Autoconfianza. La confianza en uno mismo puede verse afectada por
situaciones que se hayan atravesado pero, al igual que el optimismo, es
necesario ejercitarla. La persona debe comenzar a sentir confianza en lo que
es, aceptarse a sí misma y a partir de allí empezará a sentirse distinta y
capaz de lograr todo lo que se proponga.
Paciencia. El proyecto de vida es un proceso que no se logrará de
la noche a la mañana, ya que es necesario atravesar la vida para ir logrando
cada objetivo. Para lograr cada cosa propuesta es cuestión de ser paciente:
este trayecto no es para ansiosos.
Cuando
se vayan logrando las metas, se irán abriendo nuevas puertas y nuevos
objetivos. Siguiendo con el ejemplo de Juan: cuando él consiga el trabajo en
esa empresa deseada, su siguiente objetivo será ascender dentro de ella y
obtener un puesto directivo. Quizás, una vez que consiga ese objetivo pueda
cambiar de empresa y aspirar a otro puesto alto
Ejemplos
de proyecto de vida
· Proyecto de vida profesional.
·
Proyecto de vida universitario.
·
Proyecto de vida con una pareja.
·
Proyecto de vida en el plano familiar.
·
Proyecto de vida en el ámbito académico.
·
Proyecto de vida en el ámbito musical.
·
Proyecto de vida en el arte.
·
Proyecto de vida laboral.